jueves, 25 de enero de 2018

«La verdad os hará libres» (Jn 8, 32). Fake news y periodismo de paz

MENSAJE 
DEL SANTO PADRE FRANCISCO
PARA LA 52 JORNADA MUNDIAL
DE LAS COMUNICACIONES SOCIALES


«La verdad os hará libres» (Jn 8, 32). 
Fake news y periodismo de paz

La Jornada Mundial de las comunicaciones sociales se celebrará el 13 de mayo de 2018, con el tema, «La verdad os hará libres» (Jn 8,32). Fake news y periodismo de paz”.

«La verdad os hará libres» (Jn 8,32). Fake news y periodismo de paz

Queridos hermanos y hermanas:
En el proyecto de Dios, la comunicación humana es una modalidad esencial para vivir la comunión. El ser humano, imagen y semejanza del Creador, es capaz de expresar y compartir la verdad, el bien, la belleza. Es capaz de contar su propia experiencia y describir el mundo, y de construir así la memoria y la comprensión de los acontecimientos.
Pero el hombre, si sigue su propio egoísmo orgulloso, puede también hacer un mal uso de la facultad de comunicar, como muestran desde el principio los episodios bíblicos de Caín y Abel, y de la Torre de Babel (cf. Gn 4,1-16; 11,1-9). La alteración de la verdad es el síntoma típico de tal distorsión, tanto en el plano individual como en el colectivo. Por el contrario, en la fidelidad a la lógica de Dios, la comunicación se convierte en lugar para expresar la propia responsabilidad en la búsqueda de la verdad y en la construcción del bien.
Hoy, en un contexto de comunicación cada vez más veloz e inmersos dentro de un sistema digital, asistimos al fenómeno de las noticias falsas, las llamadas «fake news». Dicho fenómeno nos llama a la reflexión; por eso he dedicado este mensaje al tema de la verdad, como ya hicieron en diversas ocasiones mis predecesores a partir de Pablo VI (cf. Mensaje de 1972: «Los instrumentos de comunicación social al servicio de la verdad»). Quisiera ofrecer de este modo una aportación al esfuerzo común para prevenir la difusión de las noticias falsas, y para redescubrir el valor de la profesión periodística y la responsabilidad personal de cada uno en la comunicación de la verdad.
  ¿Qué hay de falso en las «noticias  falsas»?
«Fake news» es un término discutido y también objeto de debate. Generalmente alude a la desinformación difundida online o en los medios de comunicación tradicionales. Esta expresión se refiere, por tanto, a informaciones infundadas, basadas en datos inexistentes o distorsionados, que tienen como finalidad engañar o incluso manipular al lector para alcanzar determinados objetivos, influenciar las decisiones políticas u obtener ganancias económicas.
La eficacia de las fake news se debe, en primer lugar, a su naturaleza mimética, es decir, a su capacidad de aparecer como plausibles. En segundo lugar, estas noticias, falsas pero verosímiles, son capciosas, en el sentido de que son hábiles para capturar la atención de los destinatarios poniendo el acento en estereotipos y prejuicios extendidos dentro de un tejido social, y se apoyan en emociones fáciles de suscitar, como el ansia, el desprecio, la rabia y la frustración. Su difusión puede contar con el uso manipulador de las redes sociales y de las lógicas que garantizan su funcionamiento. De este modo, los contenidos, a pesar de carecer de fundamento, obtienen una visibilidad tal que incluso los desmentidos oficiales difícilmente consiguen contener los daños que producen.
 La dificultad para desenmascarar y erradicar las fake news se debe asimismo al hecho de que las personas a menudo interactúan dentro de ambientes digitales homogéneos e impermeables a perspectivas y opiniones divergentes. El resultado de esta lógica de la desinformación es que, en lugar de realizar una sana comparación con otras fuentes de información, lo que podría poner en discusión positivamente los prejuicios y abrir un diálogo constructivo, se corre el riesgo de convertirse en actores involuntarios de la difusión de opiniones sectarias e infundadas. El drama de la desinformación es el desacreditar al otro, el presentarlo como enemigo, hasta llegar a la demonización que favorece los conflictos. Las noticias falsas revelan así la presencia de actitudes intolerantes e hipersensibles al mismo tiempo, con el único resultado de extender el peligro de la arrogancia y el odio. A esto conduce, en último análisis, la falsedad.
 ¿Cómo podemos reconocerlas?
Ninguno de nosotros puede eximirse de la responsabilidad de hacer frente a estas falsedades. No es tarea fácil, porque la desinformación se basa frecuentemente en discursos heterogéneos, intencionadamente evasivos y sutilmente engañosos, y se sirve a veces de mecanismos refinados. Por eso son loables las iniciativas educativas que permiten aprender a leer y valorar el contexto comunicativo, y enseñan a no ser divulgadores inconscientes de la desinformación, sino activos en su desvelamiento. Son asimismo encomiables las iniciativas institucionales y jurídicas encaminadas a concretar normas que se opongan a este fenómeno, así como las que han puesto en marcha las compañías tecnológicas y de medios de comunicación, dirigidas a definir nuevos criterios para la verificación de las identidades personales que se esconden detrás de  millones de perfiles digitales.
Pero la prevención y la identificación de los mecanismos de la desinformación requieren también un discernimiento atento y profundo. En efecto, se ha de desenmascarar la que se podría definir como la «lógica de la serpiente», capaz de camuflarse en todas partes y morder. Se trata de la estrategia utilizada por la «serpiente astuta» de la que habla el Libro del Génesis, la cual, en los albores de la humanidad, fue la artífice de la primera fake news (cf. Gn 3,1-15), que llevó a las trágicas consecuencias del pecado, y que se concretizaron luego en el primer fratricidio (cf. Gn 4) y en otras innumerables formas de mal contra Dios, el prójimo, la sociedad y la creación.
La estrategia de este hábil «padre de la mentira» (Jn 8,44) es la mímesis, una insidiosa y peligrosa seducción que se abre camino en el corazón del hombre con argumentaciones falsas y atrayentes. En la narración del pecado original, el tentador, efectivamente, se acerca a la mujer fingiendo ser su amigo e interesarse por su bien, y comienza su discurso con una afirmación verdadera, pero sólo en parte: «¿Conque Dios os ha dicho que no comáis de ningún árbol del jardín?» (Gn 3,1). En realidad, lo que Dios había dicho a Adán no era que no comieran de ningún árbol, sino tan solo de un árbol: «Del árbol del conocimiento del bien y el mal no comerás» (Gn 2,17). La mujer, respondiendo, se lo explica a la serpiente, pero se deja atraer por su provocación: «Podemos comer los frutos de los árboles del jardín; pero del fruto del árbol que está en mitad del jardín nos ha dicho Dios: “No comáis de él ni lo toquéis, de lo contrario moriréis”» (Gn 3,2). Esta respuesta tiene un sabor legalista y pesimista: habiendo dado credibilidad al falsario y dejándose seducir por su versión de los hechos, la mujer se deja engañar. Por eso, enseguida presta atención cuando le asegura: «No, no moriréis» (v. 4). Luego, la deconstrucción del tentador asume una apariencia creíble: «Dios sabe que el día en que comáis de él, se os abrirán los ojos, y seréis como Dios en el conocimiento del bien y el mal» (v. 5). Finalmente, se llega a desacreditar la recomendación paternal de Dios, que estaba dirigida al bien, para seguir la seductora incitación del enemigo: «La mujer se dio cuenta de que el árbol era bueno de comer, atrayente a los ojos y deseable» (v. 6).  Este episodio bíblico revela por tanto un hecho esencial para nuestro razonamiento: ninguna desinformación es inocua; por el contrario, fiarse de lo que es falso produce consecuencias nefastas. Incluso una distorsión de la verdad aparentemente leve puede tener efectos peligrosos.
De lo que se trata, de hecho, es de nuestra codicia. Las fake news se convierten a menudo en virales, es decir, se difunden de modo veloz y difícilmente manejable, no a causa de la lógica de compartir que caracteriza a las redes sociales, sino más bien por la codicia insaciable que se enciende fácilmente en el ser humano.
Las mismas motivaciones económicas y oportunistas de la desinformación tienen su raíz en la sed de poder, de tener y de gozar que en último término nos hace víctimas de un engaño mucho más trágico que el de sus manifestaciones individuales: el del mal que se mueve de falsedad en falsedad para robarnos la libertad del corazón. He aquí porqué educar en la verdad significa educar para saber discernir, valorar y ponderar los deseos y las inclinaciones que se mueven dentro de nosotros, para no encontrarnos privados del bien «cayendo» en cada tentación.
«La verdad os hará libres» (Jn 8,32)
La continua contaminación a través de un lenguaje engañoso termina por ofuscar la interioridad de la persona. Dostoyevski escribió algo interesante en este  sentido: «Quien se miente a sí mismo y escucha sus propias mentiras, llega al punto de no poder distinguir la verdad, ni dentro de sí mismo ni en torno a sí, y de este modo comienza a perder el respeto a sí mismo y a los demás. Luego, como ya no estima a nadie, deja también de amar, y para distraer el tedio que produce la falta de cariño y ocuparse en algo, se entrega a las pasiones y a los placeres más bajos; y por culpa de sus vicios, se hace como una bestia. Y todo esto deriva del continuo mentir a los demás y a sí mismo» (Los hermanos Karamazov, II,2).
Entonces, ¿cómo defendernos? El antídoto más eficaz contra el virus de la falsedad es dejarse purificar por la verdad. En la visión cristiana, la verdad no es sólo una realidad conceptual que se refiere al juicio sobre las cosas, definiéndolas como verdaderas o falsas. La verdad no es solamente el sacar a la luz cosas oscuras, «desvelar la realidad», como lleva a pensar el antiguo término griego que la designa, aletheia (de a-lethès, «no escondido»). La verdad tiene que ver con la vida entera. En la Biblia tiene el significado de apoyo, solidez, confianza, como da a entender la raíz ‘aman, de la cual procede también el Amén litúrgico. La verdad es aquello sobre lo que uno se puede apoyar para no caer. En este sentido relacional, el único verdaderamente fiable y digno de confianza, sobre el que se puede contar siempre, es decir, «verdadero», es el Dios vivo. He aquí la afirmación de Jesús: «Yo soy la verdad» (Jn 14,6). El hombre, por tanto, descubre y redescubre la verdad cuando la experimenta en sí mismo como fidelidad y fiabilidad de quien lo ama. Sólo esto libera al hombre: «La verdad os hará libres» (Jn 8,32).
Liberación de la falsedad y búsqueda de la relación: he aquí los dos ingredientes que no pueden faltar para que nuestras palabras y nuestros gestos sean verdaderos, auténticos, dignos de confianza. Para discernir la verdad es preciso distinguir lo que favorece la comunión y promueve el bien, y lo que, por el contrario, tiende a aislar, dividir y contraponer. La verdad, por tanto, no se alcanza realmente cuando se impone como algo extrínseco e impersonal; en cambio, brota de relaciones libres entre las personas, en la escucha recíproca. Además, nunca se deja de buscar la verdad, porque siempre está al acecho la falsedad, también cuando se dicen cosas verdaderas. Una argumentación impecable puede apoyarse sobre hechos innegables, pero si se utiliza para herir a otro y desacreditarlo a los ojos de los demás, por más que parezca justa, no contiene en sí la verdad. Por sus frutos podemos distinguir la verdad de los enunciados: si suscitan polémica, fomentan divisiones, infunden resignación; o si, por el contrario, llevan a la reflexión consciente y madura, al diálogo constructivo, a una laboriosidad provechosa.
La paz es la verdadera noticia
El mejor antídoto contra las falsedades no son las estrategias, sino las personas, personas que, libres de la codicia, están dispuestas a escuchar, y permiten que la verdad emerja a través de la fatiga de un diálogo sincero; personas que, atraídas por el bien, se responsabilizan en el uso del lenguaje. Si el camino para evitar la expansión de la desinformación es la responsabilidad, quien tiene un compromiso especial es el que por su oficio tiene la responsabilidad de informar, es decir: el periodista, custodio de las noticias. Este, en el mundo contemporáneo, no realiza sólo un trabajo, sino una verdadera y propia misión. Tiene la tarea, en el frenesí de las noticias y en el torbellino de las primicias, de recordar que en el centro de la noticia no está la velocidad en darla y el impacto sobre las cifras de audiencia, sino las personas. Informar es formar, es involucrarse en la vida de las personas. Por eso la verificación de las fuentes y la custodia de la comunicación son verdaderos y propios procesos de desarrollo del bien que generan confianza y abren caminos de comunión y de paz.
Por lo tanto, deseo dirigir un llamamiento a promover un periodismo de paz, sin entender con esta expresión un periodismo «buenista» que niegue la existencia de problemas graves y asuma tonos empalagosos. Me refiero, por el contrario, a un periodismo sin fingimientos, hostil a las falsedades, a eslóganes efectistas y a declaraciones altisonantes; un periodismo hecho por personas para personas, y que se comprende como servicio a todos, especialmente a aquellos – y son la mayoría en el mundo– que no tienen voz; un periodismo que no queme las noticias, sino que se esfuerce en buscar las causas reales de los conflictos, para favorecer la comprensión de sus raíces y su superación a través de la puesta en marcha de procesos virtuosos; un periodismo empeñado en indicar soluciones alternativas a la escalada del clamor y de la violencia verbal.
Por eso, inspirándonos en una oración franciscana, podríamos dirigirnos a la Verdad en persona de la siguiente manera:
Señor, haznos instrumentos de tu paz.
Haznos reconocer el mal que se insinúa en una comunicación que no crea comunión.
Haznos capaces de quitar el veneno de nuestros juicios.
Ayúdanos a hablar de los otros como de hermanos y hermanas.
Tú eres fiel y digno de confianza; haz que nuestras palabras sean semillas de bien para el mundo:
donde hay ruido, haz que practiquemos la escucha;
donde hay confusión, haz que inspiremos armonía;
donde hay ambigüedad, haz que llevemos claridad;
donde hay exclusión, haz que llevemos el compartir;
donde hay sensacionalismo, haz que usemos la sobriedad;
donde hay superficialidad, haz que planteemos interrogantes verdaderos;
donde hay prejuicio, haz que suscitemos confianza;
donde hay agresividad, haz que llevemos respeto;
donde hay falsedad, haz que llevemos verdad.
Amén.
Vaticano, 24 de enero de 2018



EIA, ¿EL COMIENZO DEL FIN?

La imagen de miles de migrantes africanos muriendo ahogados en su intento de huir a tierra europea en miserables embarcaciones sobrecargadas, no es la de una película de terror, forma parte de la realidad que año tras año, nos brindan las noticias de distintos medios de comunicación.

Las miserables condiciones de vida de muchos países africanos, en donde el hambre y la explotación empujan a sus habitantes a huir para sobrevivir, provocan estas tragedias.

Pero una solución a este drama humanitario parece avizorarse, ya que un arquitecto austriaco  llamado Theo Deutinger, ha realizado un proyecto de república independiente para refugiados que tienen como intención llegar a Europa. Este proyecto consistiría en la creación de una isla artificial entre Italia y Túnez, para refugiar a quienes soliciten el asilo.

En una primera instancia este proyecto estaría financiado por la Unión Europea, y surgiría siendo un protectorado, con la intención futura de ser una ciudad-Estado independiente, que funcionaría en forma autónoma en 25 años. EIA sería su nombre por la sigla en inglés (Europe in África).

Dentro de este proyecto que ya lleva 2 años, la UE alquilaría tierras a Italia y Túnez mediante un contrato a 99 años, y la nueva isla que allí surja sería considerada como un nuevo país que forme parte del continente europeo.

Legalmente sus habitantes serían considerados  ciudadanos europeos y como tales podrían circular libremente por el resto de Europa, pero para ello deberán tener 5 años de residencia legal en la isla.

Quizás esta idea de creación de un nuevo estado, permita que disminuya drásticamente este drama humano, pero el verdadero debate entre las naciones del mundo debería enfocarse en cómo eliminar las causas generadoras de una miseria  que convierten a estas humildes y sufridas personas, en refugiados. Eliminar las causas, erradicaría el efecto.

Reflexión de la Periodista SANDRA BASALDUA
sobre la noticia "Una nueva ciudad-Estado para los refugiados en Europa"

sábado, 13 de enero de 2018

Simplemente, mi barrio. La "República de Mataderos"


Situado en el límite oeste de la Ciudad de Buenos  Aires, pegadito a la Av. Gral. Paz, se encuentra un barrio que se niega a abandonar su idiosincrasia, pero a la vez, le dio la bienvenida al progreso y la modernidad hace ya unos cuantos años.


Surgió y creció con el nombre de "Nueva Chicago" por su parecido a la ciudad norteamericana que tuvo a la industria de la carne, como una de sus principales actividades, pero desde comienzos del siglo XX se lo conoce como Mataderos. Ya que el 14 de abril de 1889 se colocó la piedra fundamental de los nuevos mataderos, que desplazarían de esa forma a los tradicionales Corrales Viejos, ubicados en la zona de Parque de los Patricios.

Caminar por sus calles, es hacer un viaje a mi niñez, es viajar a un pasado de perfume de jazmines, casas bajas, veredas anchas, altísimas arboledas que invitan aún en la actualidad a sentarse en la vereda "a tomar fresco", y matear con el vecino, mientras los chicos andan en bici. Porque si algo tiene Mataderos, es que aún conserva esa sencillez y calidez que lo hace único.

Recorrer Mataderos es encontrar en los paredones viejos, pintadas del escudo verde y negro del "torito" Nueva Chicago, el club que generó y sigue generando la pasión futbolera local, eterno rival de su vecino de Liniers, Vélez Sarsfield.

Los días de calor, cuando baja el sol, se pueden ver todavía, chicos jugar a la pelota, en la calle, señoras baldeando las anchas veredas, y aunque parezca mentira en algún no muy lejano febrero de Carnaval, he visto a chicos tirándose bombitas de agua, para deleite de eso pies descalzos que huían del asfalto hirviendo.

Al comenzar el otoño, con los primeros fríos y el inicio de las clases, las fragancias de comida casera se escapan por un rato por las ventanas, y nos impregnan de aromas de la infancia.

El pasado y el presente juegan una pulseada, por eso conviven tradiciones gauchescas, que tienen su cara visible en la Feria de las Artesanías y Tradiciones Populares Argentinas, que todos los domingos se despliega en la Av. Lisandro de la Torre y su intersección con la Av. de los Corrales, atrayendo a miles de personas, junto a muchas pequeñas pero pujantes industrias que son parte del barrio que me vio nacer.

Creo sin temor a equivocarme, que no existe una sola calle que no haya recorrido, una sola plaza que no haya visitado.

Nacer y crecer en  un lugar como este me permitió conocer a gente simple, pero muy trabajadora, me permitió conocer la esencia  misma del barrio, esa que no se pierde con el tiempo, solo que se acomoda un poquito para no quedarse en el pasado.

Ese "chiquito “del oeste porteño ha crecido... y como!!!!

Ha dejado de ser Mataderos, para convertirse, en quienes lo llevamos en el corazón, en la "República de Mataderos".

Sandra Basaldúa. Periodista ECCOS.

Juguete Juguete, la obra musical de Payamédicos

Por suerte la vida, con ese maravilloso desafío inquietante, deslumbrante y con una trama donde siempre estamos expuestos a recorrerla en todas sus aristas, es ese regalo de Dios que con sus insondables designios, a veces toma forma de obra de teatro, con todos los ingredientes de algo sublime, para entregarnos un metamensaje que al igual que el Creador supremo, pone el acento en el  lenguaje y lo expande, a través de los mágicos mundos de Juguete Juguete, la obra musical de Payamédicos.

Mundos que aunque en apariencia son distantes, conviven respetando sus formas que pendulan entre lo que existió muchas veces desde la noche de los tiempos, y la tecnología de avanzada, donde gentilmente toman prestado aquellas partículas de antaño, para recrearlas y potenciarlas sin perder su esencia; la alegría y el misterio de explorar hasta donde somos capaces de asombrarnos, cuando la imaginación nos insta a ser ahora nosotros, los generadores de esa re-evolución.

El resultado final, es una poderosa entrega holística que abarca mente, cuerpo y espíritu, y cuyo motor no podría ser otro que el amor, proveniente del corazón. Payamédicos, los artífices de esta piadosa manera para potenciar una mejor convivencia, trasladan con sabia osadía hacia todos los ámbitos de una sociedad ávida de profundo y verdadero afecto, una fórmula que cuando se practica sin golpes bajos ni dobleces, nos convierte en dignos seres humanos más allá de la vida y de la muerte.
La alegría es el don de darse; la tristeza, el peligro de ensimismarse, frase que está en la misma sintonía que la que en 2 Corintios 9:7 dice:”Cada uno dé, como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre”. Premisa celebrada aplaudiendo de pié, de parte de un público (niños y adultos), agradecido ante tamaña clase de máxima pureza metafísica.

Juan Claudio Dahul


Ante la propuesta de hacer una entrevista con parte de los que integran el elenco de Juguete Juguete, el lugar elegido para la misma, fue el ideal: el Payabar, un ámbito afín a todos ellos en la zona del Abasto, donde se respira un clima de teatro, frecuentado por todas las edades. Lucas Morales, Julieta Aletti, Horacio Literat, Norma Lazarte, Camila López y Matías Sierra, fueron seis de los trece payamédicos integrantes de la obra, que acudieron a la cita. Mil gracias a todos ellos, incluído José Pellucchi (Director y Guionista de la obra), por tan grato momento, plagado de reflexiones.

Juan Claudio Dahul: La fórmula de la felicidad, incluye el darse a los demás y actuar con humildad. Para iniciar este recorrido desde la Medicina, ¿cómo es la estructura de un payamédico, para darse y conectarse de la mejor manera posible con otro ser humano, sabiendo de antemano que la vida es un juego peligroso donde hay un margen de error nulo, cuando restablecer la salud con todos sus matices, es lo que prima?.

Horacio Literat: Para empezar, la forma en la que payamédicos aborda el concepto de ser humano, a todas las personas con las que trabajamos, las considera producientes. Personas que son capaces de producir y generar algo en conjunto: el payamédico con los producientes, que no los llamamos ni el paciente que está en el hospital, ni el médico, ni el enfermero, ni en los otros dispositivos en los que estamos, como en el teatro, el público o en la calle, cualquier transeúnte, a todos los tomamos como personas capaces de producir una acción en conjunto, y crear y llevar a este mundo real y lo que te impone la sociedad y lo que es el día a día de uno, esos mundos fantásticos que justamente hacen esta transformación, de cómo trasladar desde el punto de vista medicinal si se quiere, o como mejorar  la perspectiva y las cosas que le pasan a la gente, tomando a partir del día a día y de la realidad, buscando que es lo que le gusta hacer a cada uno, cuales son sus sueños, etc., y producir en base a ello para armar algo lindo.

JCD:¿Cuál sería el ámbito-si es que lo hay-, mas gratificante o el que alguno de ustedes elige por encima de otros;hay un ámbito preferido?.
Lucas Morales: En lo personal, para mi es el hospital; de todos los que hago, el preferido es el hospital.

JCD:¿Es lo que mas te gratifica?.
Lucas Morales:Exacto, y es donde yo me siento como payamédico mucho mas cómodo, que en otros dispositivos.

JCD:¿Algún otro piensa igual; tiene otra preferencia en cómo se sienten mas cómodos en este tratamiento?.
Matías Sierra:Creo que eso es como mas objetivo, las preferencias depende de las características de cada uno, de cada persona; lo que sí tiene cada espacio, es algo maravilloso.Lo que buscamos nosotros, es el encuentro con el otro, poder producir con el otro, sobre todo entrar a acompañar a mejorar el estado anímico del otro, y esas cosas suceden en cualquier ámbito, cada uno puede tener alguna preferencia, pero en sí, trabajamos con la misma pasión y nos encontramos con las mismas personas, con los mismos producientes, en cualquier espacio.

JCD: El cometido obviamente, es generar en el produciente, la mas elevada autoestima, si es que hay un decaimiento y por ende, hay un entrenamiento para eso.Es como cuando concurrís a un Stand Up, y esa persona se está matando para hacer el mejor sketch de su vida, y ve que en la platea nadie se ríe.Entonces yo creo que hay un entrenamienton fuerte de parte de ustedes, para justamente no decaer, o caer en esa empatía del decaimiento del produciente. Por eso hay un esfuerzo, que lo tiene que superar permanentemente. 

JCD:¿Payamédico se nace o se hace?

Camila López: Todos somos el payamédico.
Norma Lazarte: Se hace; la formación hace, pero creo que ya viene desde lo mas profundo, algo por lo que vos querés pertenecer a payamédicos. No existe ninguna persona que no pueda ser payamédico, todos podemos serlo.

JCD:¿Cuál es el chip que tiene que tener un payamédico, o una pizca de ese DN que los vincule?.

Julieta Aletti:El deseo de serlo, las ganas, la potencia que ponga a eso; decimos que por un exceso de potencia, el payamédico va a generar con el produciente, un entre, donde se crea algo bello.Tratamos que siempre sea fuera de lo real; nosotros vamos a trabajar tratando de que el produciente venga con nosotros a fantasizar(desdramatizar el medio hospitalario, demostrando al paciente, familiares, y equipo médico que el humor, la risa y la fantasía pueden formar parte de su vida, en el interior del hospital), a payasizar las situaciones y no como vos decías antes, que a nosotros nos capture el tema del produciente: la enfermedad, el mal humor de la calle, los problemas en un hogar de chicos, lo que sea, nosotros tratamos de llevarlos a ellos para el lado de la fantasía, del juego, de crear, y está lo que se produce entre los dos.De ninguna manera vamos a contar un chiste, o hacer un show, no es esa la idea.La idea es que el otro proponga y produzca.

Camila López: La idea es sacar lo mas sano que tiene uno.Nosotros cuando tenemos el “paya”, es lo mas sano y lo mas inocente de nosotros mismos, y eso es lo que tratamos de hacer con los producientes;que ellos puedan sacar parte sana en el hospital(en realidad en todos lados), que es donde se nota mucho mas porque cada uno tiene una enfermedad y tiene un estado de ánimo no tan optimista..Al sacar lo mas sano de sí mismo, nos conectamos con esa inocencia que tenemos todos y como decía Matías, que siempre se trata del encuentro, el entre que sucede entre el payamédico y el produciente, que es mágico…porque pasan cosas mágicas.

JCD:En sus vidas personales, ¿ese estado de alegría es el mismo?, porque hay una fantasía con la gente que hace comicidad, que les parece que todo el tiempo tienen que estar haciendo chistes.

Camila López:Nosotros tenemos una payaética, y es payaética se trata de llevarla a todos los ámbitos de nuestra vida.Obviamente, no estamos todo el tiempo alegres o pensando cosas positivas, porque sino también es mas difícil vivir.La payaética, la llevamos a todos los lados donde nos movemos.

Horacio Literat:Dentro de la payaética, está el  tema del decir ético, donde tratamos de que todo nuestro decir, nuestro lenguaje, sea un lenguaje potente, con fuerza, lleno de cosas positivas, y tratamos de cambiar esta forma de hablar; tanto el lenguaje como en la sociedad, donde se incorpora un montón de términos negativos.Por ejemplo: ”Menos mal que no pasó tal cosa, cuando quizás se podría cambiar esa oración diciendo exactamente lo mismo:…”Que bueno que pasó lo contrario…”

Horacio Literat:A lo que voy es a que dentro de lo que aprendemos en las formaciones de payamédicos, es adaptar nuestro lenguaje, y por lo menos nuestra forma de hablar en los distintos dispositivos para hablar todo el tiempo de manera positiva, y de cosas positivas; las cosas que se hablan como la forma de decirlo, pero después de eso lo llevamos a nuestras vidas también.A partir de eso, yo lo empecé a incorporar en mi semana y para no meter la pata en la producción, el hospital, o en cualquiera de los dispositivos, el tema de meter palabras  negativas, etc.Observarme cuando estoy diciendo palabras negativas, u oraciones en ese sentido, y como las podría revertir para cambiar y tengan otro matiz.Y realmente hay infinidad de cosas que nosotros decimos durante la semana, todo el tiempo…

JCD:…vos te refería a un lenguaje nocivo, que nos autoboicotea muchas veces nuestros planes.

Lucas Morales:Respecto a lo que vos decías de como somos en nuestra vida normal, yo creo que el payamédico lo que tiene, o los que somos payamédicos, es que estamos predispuestos de otra manera.Son tantos los lugares que vamos, recorremos y vemos, que después a las pequeñas cosas-que no hay que darle tanta importancia-, que el común de la gente nos hacemos mala sangre, eso lo vamos anulando…

JCD:...es un tamiz, donde vos te quedás con lo necesario, y largás lo accesorio.

Lucas Morales:Lógicamente, hacemos la vida que hacen todos y nos preocupan, y nos enojamos por muchas cosas, pero en determinados momentos, tenemos la predisposición de estar con otro humor, o tomamos las cosas de otra manera.Eso es lo que creo que quisiste preguntar respecto a como somos en la vida cotidiana.

Camila López: Creo que también la payaética tiene que ver con la empatía con el otro, esto de generar encuentros, llevándolo cada uno de nosotros a la vida cotidiana.

Julieta Aletti: Si pensamos que nosotros somos lenguaje, es muy importante que este discurso dominante en la sociedad que pone el ojo en la falta, nosotros lo que tratamos de hacer es revertrlo y poner el foco en la potencia, en lo que cada uno tiene de sano y de bueno, y buscar desde ese lugar, qué podemos construir.Si nos quedamos en la falta, ya no tenemos nada, pero si vamos a buscar la potencia en cada una de las cosas, las situaciones de las personas con las que nos encontramos, ahí sí podemos generar muchas cosas valiosas y bellas.

JCD:Recuerdo que cuando aprendía Matemáticas en los primeros años, trabajábamos mucho con conjuntos; esos conjuntos(diferentes entre sí)daban lugar a que entre ellos, hubiese sectores que se rayaban, que eran comunes, que se denominaban intersecciones.Creo que cuando hoy se habla de todo esto, de potenciarnos, lo que menos hacemos, es generar justamente esos consensos o esas intersecciones que nos van a demostrar que no somos absolutamente todos diferentes, o todos iguales, pero tenemos puntos en común que nos van a ayudar a exaltar esos valores internos que tenemos cada uno, para lograr los objetivos que cada uno desea.Hay una frase:”No tengo todo lo que amo, pero amo todo lo que tengo”.¿Hay conciencia en los chicos a la hora de entender lo que significa jugar desde lo que se tiene, en términos sociales?.

Matías Sierra:Conciencia no sé, lo que sí creo es que es algo innato; es algo que viene y eso se nota cuando los vemos, cuando los observamos, cuando estamos con ellos, juegan con absolutamente todo.Cuanto mas chicos, mas juegan, y a medida que vamos creciendo, empezamos a tener como mas pruritos, un poco mas de vergüenza; de repente lo que buscamos y lo que se busca en la obra precisamente, es este mensaje:podemos jugar, podemos ir probando y recordar cuando jugábamos y que tan bien la pasábamos.Creo realmente que es algo que viene, de hecho lo traemos todos.Muchas veces lo que se va perdiendo, no sé si esa es la palabra, pero no nos vamos animando a jugar  tanto como antes, en algunos casos.Puntualmente, todos los que estamos aquí, una de las cosas que mas nos gusta es jugar, una de las características que se necesita para ser payamédico, como dijo Julieta, es el deseo de jugar, de encontrar juego en absolutamente todo, observar y buscar juego, también es encontrar en el otro, en cualquier acercamiento, en un espacio, esas conciencias, esas cosas que existen en común, y utilizar eso para jugar, para ensamblarnos en ese punto afín.

Lucas Morales:Sí, lo que sucede es que después cuando vamos creciendo, es como que hay cosas que te empiezan a dar vergüenza, incluso, es los chicos;cuando un chico es muy chiquitito, juega con cualquier cosa.Le das un pedacito de tierra, y juega con ese pedacito de tierra, le das lo que sea, y juega.Cuando va creciendo, también la misma sociedad empieza a imponer sus cosas, y ya, si tenés una pelota, y después tenés un karting, entonces vas dejando cosas, ¿por qué?, porque también te van imponiendo determinadas cosas.Pero el payamédico, es como que es un nene que juega con lo que tiene, por eso es como decían ellos antes, lo nuestro no es un libreto, lo nuestro no es una actuación cuando estamos en los dispositivos, el teatro es otra cosa.Pero cuando estamos en los dispositivos, el payamédico está improvisando; es pura improvisación.¿Vos querés que hagamos un jardín…?, hacemos un jardín, de la nada.¿Querés que andemos en bicicleta?, andamos en bicicleta.No es que los payamédicos andemos diciendo “¿ Qué hacemos hoy….?, y hoy vamos a jugar al fútbol.No, eso todo lo crea el produciente.Por eso la base del payamédico, es un niño, o una niña.

Julieta Aletti: Es un devenir niño, decimos, y por eso en la obra también el mensaje es tan importante esto de la imaginación, que la vuelta que tiene la obra, es que ese aparato o consola súper sofisticada, está desenchufada, entonces todo eso, lo acontecido, fue imaginario, producto de la imaginación.

JCD: El tema es como siempre, no sé si es ese el término; nos están controlando o puntualizando ciertas cosas que están bien o que están mal.Recién se mencionaba esa reclusión que a veces hacíamos en lo lúdico, y por ejemplo el canto, que es algo maravilloso, a veces uno lo tiene como algo vergonzoso, porque dice:”No tengo la voz como para hacerlo”.

NormA Lazarte: Cuando nosotros empezamos esto, y comenzamos a cantar la primer canción, éramos muy tímidos para cantar.Vino Carlos Gianni a enseñarnos a cantar, y manteníamos como bastante  retenida la voz, nos mirábamos entre nosotros para no cantar mas fuerte el uno que el otro…

JCD:….los sacaron de la bañera, porque pareciera que es el ámbito privado número uno….

Norma Lazarte: Y terminamos un día, el nos hizo cantar, no sé si era la segunda o la tercera canción, la grabó, y cuando nos escuchamos, nos emocionamos porque decíamos:¿”Somos nosotros los que estamos cantando ahí?.Era impresionante como nos habíamos soltado, jugando, porque estábamos jugando, no cantando.Entonces ahí, nos demuestra que todo se puede dar, todo se puede hacer jugando.

Camila López: Lo que tiene también el payamédico, es que devenimos todo el tiempo, podemos devenir cantando; el payaso puede hacer todo.En un momento puede devenir bailarín, y el se cree que baila rebien, canta rebien, puede devenir lo que sea…

JCD:De hecho desde lo lúdico, muchas veces nacieron profesiones.Cuando éramos chicos, agarrábamos la escoba que la usábamos como guitarra y cantábamos, y muchos terminábamos arriba de un escenario, etc, lo que fuere.

JCD: Rainer María Rilke, expresa que la infancia es la verdadera patria del hombre.En ese colectivo, y de poder volver el tiempo atrás, ¿qué cosas resaltarían en el Debe y el Haber de esa patria?.

Horacio Literat: En la infancia, creo que tenemos esa libertad, al no estar todavía incorporados totalmente en la sociedad, y ese crecimiento que viene con la edad; ser partes de diferentes ámbitos.Primero la familia, después la escuela, después la escuela, después otros marcos, hasta que terminamos en el trabajo, etc, y se van aplicando normas que te va poniendo la sociedad, creo que el gran activo que tiene la infancia es ese poder de la fantasía y el juego que se permite hacer cosas desde cualquier cosa y desde cualquier iniciativa u objeto, como decías recién; una escoba es una guitarra y es un periscopio de un submarino, y es un montón de cosas que pueden servir para jugar.

Lucas Morales:Yo te cuento porque soy el mayor, y tuve la suerte de jugar con todos esos juguetes que se juegan en la obra, que muchos de ellos(los payamédicos presentes), por ahí no.Pero yo sé lo que es remontar un barrilete, sé lo que es poder andar en bicicleta y volver cuando mi mamá me decía Lucas, volvé cuando se prendan las luces de la calle, cosa que los chicos hoy en día, no lo pueden vivir.Sé lo que es ir a jugar al fútbol los días de lluvia, embarrarme todo y venir sucio a casa, y que esté todo bien, sin alaridos.Hoy las mamás, si venís todo sucio…(hace gestos).Eso yo, lo pude vivir todo, la infancia que yo viví, para mí fue maravillosa.

JCD: No hay ninguna deuda…

Lucas Morales:No, para nada !.

Camila Lópéz:Yo no creo que ahora la infancia sea mala porque cambiaron los tiempos…

Lucas Morales:…es distinta…

Camila López: Me parece que es distinta y cada época se adapta a lo que hay; supongo que los chicos ahora no pueden volver de noche, por circunstancias que pasan…

Norma Lazarte: Sí creo que es una época que no todos tienen las mismas oportunidades como cuando nosotros éramos chicos, todos teníamos las mismas oportunidades para jugar.A la pelota, a la rayuela, al elástico, a la soga, todos teníamos una soga, pobres, ricos, huérfanos o con familia; hoy creo que los chicos tienen menos oportunidades ante la tecnología, ante los hogares constituídos, no todos tienen las mismas oportunidades en el juego, porque lo que impone la sociedad o el marketing, que si no es la última tecnología, que la computadora, el celular…, no es que vamos a la vereda a jugar a la rayuela.

JCD:¿Vos decís que prima el tener sobre el ser?

Norma Lazarte: Exactamente.

Camila López: También lo que quería decir, que es un poco el mensaje de la obra, de lo nuevo y lo milenario, no sería tan milenario esto, ya que se amigan las dos cosas.Las dos cosas están buenas, lo nuevo, de ahora, con lo que juegan los chicos y todo, y lo que jugaba la gente mayor.

JCD:En ese recorrido de juegos, me interesa la opinión general de ustedes, porque sobre todo los varones, jugábamos a los soldaditos y a los cow-boys, y fingíamos matarnos…, y si yo te maté, vos te tenés que tirar al piso y hacer como que estás muerto.¿Qué es lo que nos pasaba antes, o sea que teníamos esa cosa que nos diferenciaba de la felicidad que nos podía provocar una escondida, o jugar a la mancha venenosa, por ponerte un ejemplo, o un picado en el potrero?.Esos juegos de guerra, ¿sirvieron para algo?

Horacio Literat: Creo que está clarísimo que no.Por eso en la obra no usamos esos tipos de juegos; sí buscamos juegos que sean mas consensuados por todos, que no tengan género.Esto que vos mencionás, tiene mucho que ver con la cultura y el pensamiento social de esta época.Hoy en día por suerte, hay mucha mas conciencia hasta de pequeñas cosas, que aunque sean pequeñas, cargan un mensaje pesado.Y este tipo de juegos, en realidad. Que mencionás vos, tienen un mensaje denso, así fueron sucediendo porque lo peligroso de eso, de ese mensaje, es que mediante juegos, uno va naturalizando cosas que no están bien.Nosotros apuntamos o tratamos de hacer foco, en este tipo de juegos que lo que hacen es potenciar nuestra imaginación, nuestras ganas de estar con otros, no son juegos individuales, son cosas que se pueden compartir.Creo que esto que vos decís, tiene mucho mas que ver con la situación de ese momento.

Lucas Morales: El tema de los juegos de guerra, fíjate que detrás de eso, hay un gran negocio, entonces por eso es que se inculcó tanto a los países como nosotros, el juego de las guerras.Todo esto viene desde la Segunda Guerra Mundial, y toda esa historia donde por ejemplo los Estados Unidos, detrás de la guerra, generó un negocio incalculable, súpermillonario, que le alcanzó para poder pagar todo lo que invirtió en la guerra y mas, y es el día de hoy, que lo sigue haciendo, entonces eran tantas películas que nos inculcaban;eran tantos los soldaditos importados, eran tantos los cow-boys, que el hombre…, nosotros, los que éramos chicos en ese momento, era como que los tenías como ¡¡¡ Ahhhh.., son ellos !!!.Había detrás de eso todo un negocio, pero casualmente payamédicos, es todo lo contrario a eso.Está en la esencia de lo que es el juego, de lo que es la infancia, nada que ver; eso nosotros lo tocamos para nada.

Horacio Literat: Tomando lo que decíamos acerca del decir ético, y como positivizar las cosas, o podés hacer otros juegos que no tienen nada que ver con la guerra, pero tal vez en este tipo de juegos de roles, donde había cow-boys, indios, soldados, etc, tranquilamente podés hacer algo como mucho mas lindo y ser exploradores espaciales o buscar tesoros y cosas, y eso va quizás por lo mismo, en grupo y roles de cada uno, pero los artilugios no son pistolas, hachas y espadas, sino que son elementos computarizados para buscar información o lupas, o palas para cavar y desenterrar tesoros y justamente creo que todo pasa por buscar la forma de convertir en eso, algo potente.Suele pasar igual, está incorporado en la sociedad porque sigue habiendo películas de guerra, siguen habiendo peleas y pasa en nuestro alrededor, no solo en las películas, hay policías, hay ejércitos, etc.

JCD: Lo triste es lo que decía Lucas, respecto de esa generación de guerras y demás, es como que es un juego perverso.Porque primero yo necesito generar un foco bélico, la destrucción, y después salgo a asistirte y si yo a eso lo llevo a un correlato con la Medicina, primero te lleno de comida chatarra, genero un colesterol espantoso, y después salgo al rescate, con el Lovastatín, para que vuelvas a los niveles normales.Vivimos en un medio bastante perverso, está  bueno lo que estás diciendo.

JCD: El Papa Francisco en su decálogo para construir la felicidad, le señalaba allá por Julio del 2014, a Pablo Calvo, periodista de la revista VIVA, que una de las cosas que mas le atraía preguntar a las madres cuando confesaba el, como Jorge Bergoglio en Buenos Aires, era si jugaban con sus hijos. Las obligaciones laborales(el irse a trabajar temprano y volver tarde) a veces conspiran para poder tener ese saludable contacto.”¿ Ustedes también, como sanadores de almas, qué tipo de contacto tienen con los padres que detectan una cierta distancia de la cosa lúdica con sus hijos?.

Julieta Aletti: Nosotros como payamédicos, este encuentro lo hacemos con todos, entonces cuando nos encontramos con papas en el hospital, sea un centro de día, sea en la calle, tratamos de incorporarlos al juego y propiciar esos mismos juegos que hacemos con los chicos, con los grandes; por eso a veces nos dicen, no, no, no, acá no hay chicos, nosotros jugamos con todos porque creemos que con todos podemos producir un encuentro potente, creativo, que se pueda jugar; nosotros no nos definimos como sanadores de nada, en ningún momento…

JCD:…pero la gente lo siente así…

Lucas Morales: Está bien que lo sienta, puede ser, pero es como dice Julieta.

JCD: “Nunca  perseguí  la gloria…ni dejar en la memoria…

Norma Lazarte: Es que nadie quiere estatuas.

Lucas Morales: Lo que están diciendo de la gloria y demás, en cuanto al payamédico, es muy importante; que éste  es muy respetuoso del produciente, y no nos andamos sacando fotos con él,  para decir:¡¡ Que bárbaro lo que estamos haciendo…!!!.


Camila López: La realidad es que no sanamos…

Julieta Aletti: Además lo hacemos con nosotros mismos, cada uno lo hace por uno; por ahí a uno le gusta colaborar en un montón de cosas, y esto se define muchas veces como un voluntariado, pero el tema es que nosotros lo hacemos por nosotros y sirve, y  si colabora en algo con el otro, fantástico y es muy bueno, pero no creemos(incluyendo a José Pelluchi, Director de la obra) que cuando alguien viene a las clases, queriendo ser payamédico y dice:” Yo quiero dar amor !!!..., les dice…bueno, chau !!.

JCD:¡¡ Salida !!.

Lucas Morales:Lo que vos preguntaste al principio, que dijiste José es la cabeza…., bueno, desde la cabeza, nosotros sabemos que somos todos iguales; acá no hay:” ¡¡ Aquel es “El” payamédico !!...”¡¡ Aquella es “La” payamédica !!”; no(enfáticamente), acá somos todos payamédicos.Desde la cabeza, hasta el que se recibió ayer u hoy, somos todos payamédicos, o sea todos estamos al mismo nivel.Y de la misma manera, lo hacemos cada vez que vamos a los diferentes dispositivos.El payamédico, lo es para todos, no está siendo payamédico para destacarse y decir:”¡¡Uy, qué buen payamédico !!, somos todos exactamente iguales, y no sanamos a nadie, simplemente lo que sí hacemos, y porque lo notamos, es que cuando entra un payamédico a un lugar, es como que se genera una magia o se genera algo que uno lo ve de afuera, cuando no estamos de payamédicos y decimos:”No podemos creer que cuando estamos como payamédicos, se genere lo que se está generando”.

Micaela López: Eso de que no sanamos, es porque nosotros acompañamos todo lo que aplican los médicos.

JCD:…¿Pero ustedes tienen miedo que la gente piense que son medio como chamanes…?(risas).

Lucas Morales: Lo que nosotros queremos que se sepa,-la gente lo sabe-, es que la Medicina está para curar; nosotros lo que hacemos es tratar en ese momento, en que entran los payamédicos, entre comillas, de sacar a la persona que vamos a ver, del lugar donde se encuentra o por lo menos los pensamientos que tiene de estar en una habitación, cuatro paredes blancas, siempre la misma gente que va y viene(enfermeras, médicos, etc), entrar y dar un poco de color, un poco de alegría, un poco de generar cosas, que lo hagan volar de donde está.

Camila López: Sabemos que lo que hacemos ayuda, no es que no hacemos nada…

Julieta Aletti: Genera endorfinas, y eso levanta un estado de ánimo, que si eso puede sostenerse, le va a hacer bien a la persona; eso lo sabemos, lo propiciamos, está comprobado científicamente.Quizás nos resultó fuerte decir la frase, pero sí sabemos, que es algo que puede hacer bien a todos, al payamédico primero.

Camila López: Y creo que es como que todo cierra en todo, porque lo que hacemos nosotros, es acompañar; no es que vamos a sanar, llegamos y decimos:…” A ver usted, tiene que reírse cuatro veces.Es un encuentro y acompañamiento en ese trance.

Lucas Morales:Hay veces en que el produciente, está en un estado que a lo mejor es terminal, que está en sus últimas horas o días, y nosotros también como payamédicos somos una compañía hacia el familiar, que está con el produciente, entonces hay veces en que nosotros producimos  más con el familiar, que con el produciente en sí.Entonces pasa a ser un produciente el familiar, de hecho, acompañamos.Por supuesto que la risa genera endorfinas, y un montón de cosas que hace que el estado de ánimo esté allá bien arriba, pero hay que sacar el mito de que vamos a sanar o curar, porque no es nuestra función.A lo mejor sanamos entre comillas, desde el alma.

Horacio Literat: Somos fomentadores de la sanación.

Camila López: Volviendo a la pregunta que hiciste de la relación de la mamá con el hijo(la relación lúdica), lo que hacemos nosotros y que decía Julieta, es fomentar también los vínculos entre madre-hijo, hermanos, médico-paciente, se nota mucho esto en el servicio de maternidad, que no es que nosotros vamos a decirle:”Señora, usted tiene que abrazarlo a su hijo”; tratamos de fomentarlo a través del juego siempre, todos esos vínculos.

Lucas Morales: Incluso, mas allá de esos vínculos madre-hija, padre-hijo, como fuere, a veces generamos un nexo dentro de una habitación donde por ahí hay cuatro, seis u ocho producientes que no se conocen y hace una semana que están conviviendo y no saben como se llaman.A veces el payamédico induce a la presentación; “¿ Usted cómo se llama?”.¿”A usted la conocían…?”, bueno, entonces los presento.Y a partir de ese momento, ya se empieza a generar un vínculo entre los de la misma habitación, cosa que antes no se generaba; no pasó una vez, pasa muy seguido.

JCD: Venimos con tabúes, desde subirnos a un ascensor y mirarnos todos con cara de sospechosos…

Lucas Morales:….o subirse al colectivo y decirle al colectivero:”Buenos días….., pasa.

JCD: En Juguete juguete, la obra que representan en Teatro La Comedia, ví muchos adultos solos en la platea, que iban incorporando dosis de alegría in crescendo, hasta llegar a un final explosivo, donde confieso haberlo disfrutado a full, como si hubiese vuelto a ser chico.¿Somos conscientes los adultos, lo bueno que nos reporta tener a ese niño siempre latente, o la cultura de parecer siempre políticamente correctos, sigue atentando contra esa faceta?.

Julieta Aletti: Dentro de payamédicos, es moneda corriente; quizás en otros ámbitos o en otras circunstancias, hay gente que tal vez les cueste mas.En lo particular, no me avergüenza ir cantando por la calle, los hijos a veces lo frenan, cuando empiezan a ser mas grandes, o ciertas cosas, que no son políticamente correctas, pero que a uno le hacen bien; uno mira quizás y dice:”¿Por qué la gente no puede ir sonriendo?”, parece que está loco, o que está hablando solo…

JCD:…o que si vas silbando, dicen:”Este tipo es subversivo, vive en otro planeta…¿QUÉ LE PASA…?.

Lucas Morales: Respecto a las estructuras, a eso que vos decís, por ahí Julieta te puede contar una experiencia que vivimos en un Congreso que nos daba un poco de miedo, porque teníamos que exponer delante de un montón de gente, y la consigna con Julieta fue:”Vamos a hacerlo desde el payaso.Ella tenía un poco de miedito, porque José(Pellucchi), se había ido de viaje.

JCD:…gente solemne me imagino…

Lucas Morales:Sí, tal cual, era un Congreso de Medicina, eran instrumentadoras quirúrgicas y médicos.Los dos teníamos miedo, pero Julieta un poco mas.Al decidir hacerlo desde el payaso, le dije:”¡¡ July…,somos payasos !!.

Julieta Aletti: Fue muy lindo porque la gente se enganchó; si bien contamos todo lo que teníamos que contar, lo hicimos desde un lugar mucho mas desestructurado, luego lo dejamos a Lucas contando un poco mas, y otros payas y yo entramos vestidos de payamédicos; la gente comenzó a pararse, a jugar, hacer el lavado de manos, que es unas canción que nosotros hacemos como prevención de enfermedades, con un marco coreográfico.Todo el Auditorio acompañó, haciendo ese baile con los payamédicos. Son las cosas que se generan cuando el adulto se da cuenta que eso está muy bueno, y no tiene porqué avergonzarse o estar acartonado para aprender algo.

Lucas Morales:Eso lo generó el juego de los adultos allí presentes, que se despojaron de pruritos.Nosotros teníamos cuarenta minutos para hablar, pasaron, y los que venían detrás nuestro con la charla que continuaba, se quedaron mirando todo eso, y no decían ¡¡ la hora !!, para entrar; y los que estaban, tampoco se iban y en un momento dije bueno…., nos tenemos que ir, porque sinó, nadie nos decía que nos vayamos.Porque ahí todos los adultos que había, en cierta forma, empezaron a ser niños y estaban todos jugando, y todos empezaron a ser payasos también.

JCD:Fueron a escuchar una cátedra, y encontraron la dialéctica desde el payaso.

JCD: Entre lo milenario y lo nuevo, se basa ese movimiento pendular de Juguete Juguete, y en esa pulseada final, nos encontramos sin vencedores ni vencidos; si el mensaje es tan simple y contundente, en cuanto a poder complementarnos para que todo fluya,¿ se puede saber a qué estamos jugando como sociedad, cuando la indiferencia, la discriminación y una solidaridad mezquina, es lo que más nos lastima?.

Lucas Morales:Lo que para mí no entiende la sociedad, es que todo es cíclico, todo vuelve.Por eso es que los juguetes son nuevos y milenarios, y no hay diferencia entre ellos.Ahí está el tema.Un barrilete no va a pasar nunca de moda, por más que existan las mejores computadoras, una pelota nunca va a pasar de moda, un monopatín nunca va a pasar de moda porque hay monopatines eléctricos, pero la esencia es un monopatín.Un trompo nunca va a pasar de moda y así un montón de cosas; cuando entendamos que la ropa vuelve, la onda retro vuelve, las motos retro vuelven, y los coches retro también vuelven.

Horacio Literat: A nosotros nos gustaría fomentar un cambio social.Hay una sociedad que está atrapada en estas cuestiones.De a poco, desde nuestra labor, y desde la forma en que lo hacemos, la intención es positivizar lo que existe, en vez de destruir.Construir, fantasizar, trabajar con el deseo y lo potente.

Julieta Aletti: Son microrevoluciones dice José(Pellucchi); es muy chiquitito, pero ahí vamos cambiando algo desde lo que cada uno puede.

JCD:¿Es un cambio, o es una re-evolución?.

Julieta Aletti:Sí, yo creo que sí, es una re-evolución.

Matías Sierra:Nosotros lo que hacemos mucho es conciliar, resignificar un montón de situaciones, que es cómo podemos generar ese cambio.Sobre todo resignificando. Algo que es muy importante, y en la obra se habla mucho, es tomar absolutamente todo, lo que proponés vos, lo que propone ella, y de eso tal vez muy probablemente, construyamos algo que está todavía mejor.

Julieta Aletti: Somos los primeros en repensar, siempre estamos como repensando lo que en algún momento dimos por sentado que era usar una nariz roja; en algún momento se cuestionó y se pensó que es lo que conviene para la actividad que hacemos, para lo que queremos conseguir, este replanteo nos hizo cambiar, en cuanto a optar por ponernos una nariz naranja, porque nos acercamos mas a la gente, en el hospital, la nariz roja se relaciona con la sangre, cada cosa en payamédicos es muy pensada y cuestionada, vamos viendo que hay cosas como el criterio del otro, que suma a lo que vos pensabas y a lo mejor escuchando al otro, te das cuenta en que tiene razón, la verdad que podía ser por acá, estábamos yendo por otro lado y por acá, nos parece que vamos mejor.

Lucas Morales:Incluso lo que dice Julieta Aletti respecto a la obra, o lo que decía Matías, payamédicos en ese sentido es muy amplio y abierto, desde la Dirección se creaban cosas, que a lo mejor alguno de nosotros que somos los que subimos al escenario, lo veíamos de tratarlo de otra manera o de mejorarlo, y la Dirección en seguida lo tomaba, o sea no es que todo era taxativo, todo está muy consensuado, palabras, que por ahí se nos escapaban.

JCD: Es que yo los veo a ustedes, y los ví a todos en sí, con una autonomía absoluta y total; por eso, lo que vos estás diciendo de repente, José Pellucchi que es el Director-pienso que siempre los dirigió el-, es como que cuando ve –vamos a decirlo así-, a una persona dotada de ciertas virtudes, le dice:”Entre a la cancha, y muestre lo que sabe hacer, y eso es lo que yo ví.El, creo que podrá topicar en ciertas cosas, pero ustedes, de antemano ya lo tienen todo como absolutamente cocinado, ¿es así?.

Lucas Morales:Es así, pero ellos dirigieron y son los que nos acomodaron porque no te olvides que del elenco, creo que hay uno o dos que actúan o que hacen teatro fuera de lo que es la obra en sí, pero después el resto, ninguno es actor, ninguno canta, ninguno baila.Entonces José, como Rubén, como Carlos o Violeta con las canciones, fueron los que nos fueron puliendo, hasta que salió.Pero yo me refería a lo otro, que por ahí de repente, hay algo que viene de la Dirección y nosotros vemos que estaría bueno encararlo por otro lado.Ellos son totalmente abiertos, y lo aceptan de buen tino.

Camila López: Esto que hablábamos de la creación conjunta, es todo conjunto.Lo que decía Lucas que quizás a uno le resonaba alguna palabra que se había escrito en el guión, y se reveía porque es algo conjunto también, si bien está el Director que también escribió la obra, o Carlos(Gianni) que hace la música, o todos los que hacen sus cosas, todo redunda en un ensamble, porque estamos todo el tiempo produciendo juntos, que es la labor del payamédico, que es hacer las cosas en el entre y el encuentro.

Horacio Literat: Parte de las escenas, fue un trabajo de producción de tres años mas o menos, donde arrancó con un taller de montaje, donde se vtiraron pies, que salieron de la cabeza de José Pellucchi, donde nos dijo:”A ver, provemos hacer algo así y surgió todo un trabajo de improvisación en conjunto, como dice Camila, donde se fueron acomodando ideas y en base a lo que nosotros proponíamos, se incorporaba la idea y eso se retransformaba y a raíz de lo que fue escribiendo y pensando el Director, mas lo que íbamos poniendo con el cuerpo, la acción y el diálogo, nos viste como se plasmó la obra.

JCD:¿Esta obra se representa pura y exclusivamente acá, en Argentina, en Buenos Aires, o han salido al exterior?

Camila López: Por ahora, solo acá.

Lucas  morales: Es más, debutó acá, en esas cuatro funciones de Noviembre.

JCD:¿Debutaron en Noviembre?

Lucas Morales: Sí, en Noviembre.Se hicieron solo cuatro funciones(4, 5, 11 y 12 de Noviembre de 2017), y ahora arranca otra vez el año que viene.

Horacio Literat:7 de Abril de 2018, tenemos fecha de reestreno.

JCD: Como yo sí, creo que segundas partes también pueden ser muy buenas, ¿cómo sigue esta historia de Juguete Juguete para el próximo 2018?.

Horacio Literat: Como te decíamos, todos quedaron muy contentos, público, elenco, el teatro, Directores, el teatro nos pidió que volvamos por favor el año que viene, como dije antes.La fecha de reestreno es el sábado 7 de Abril a las 15:00 hs., en Teatro La Comedia, Rodríguez Peña 1062, casi esquina Santa Fé. Estamos todos muy contentos con este proyecto, creemos que tiene un valor que va a trascender en lo que queremos comunicar, en la esencia de payamédicos creo que está todo metido en Juguete Juguete. Vos dijiste que lo sentiste mucho cuando lo viste, mas cuando estaba llegando el final de la obra, es como que levanta mucho mas, la idea sería multiplicarlo.

Julieta Aletti: Replicarlo en las provincias, quizás con elencos locales en algún momento, y que en los dispositivos que nosotros tenemos en payamédicos, podamos cantar esas canciones, llevar esos imaginarios, porque nosotros no  cantamos canciones conocidas de determinados autores; siempre lo que jugamos son propuestas que se generan desde la imaginación, entonces estas canciones son otras posibilidades para que todos los payamédicos, en el lugar donde están, las puedan hacer circular.

Norma Lazarte: Respecto de lo que vos preguntaste acerca de qué pasa en la sociedad, qué le va a pasar a la sociedad…

JCD:…”¿A qué estamos “jugando” como sociedad?....

Norma Lazarte:¿A qué vamos a jugar?.La pregunta tiene que ser, “¿A qué vamos a jugar, qué va a pasar…?.Eso.Vamos hacia eso.Hacia mejorar los ámbitos en que nos movilicemos, mejorar los espacios, las relaciones con la gente con la que nos encontremos, entonces es ¿qué le va a pasr a la sociedad en el futuro?.

Camila López: Muchísimas gracias a todos, realmente es un placer poder escuchar a gente despojada de vedetismos, yendo todos hacia una misma dirección, una común unión en pos de algo tan importante como es la alegría en la cosa cotidiana, enfrentar el día a día de la mejor manera posible, sobre todo lo que decía Horacio, cuidando el lenguaje, y lo que vos decías también Julieta acerca del navío….

Julieta Aletti:”Somos todos navíos constituídos por un mismo mar”, es una frase de Agustín Espinosa, poeta y narrador español, que José la toma para lo que formamos o somos en payamédicos, que estamos en esa corriente.

Juguete Juguete
La obra musical de Payamédicos
Guión y Dirección: José Pellucchi

Ficha técnica
Angie Di Fiore Camila López Daniela Bielak Edgar Dominguez Horacio Literat Julieta Aletti Lucas Morales Ludmila Szusterman Matías Sierra Néstor Ballatore Norma Lazarte Selva Pucheta Yessica Costanza. PUESTA EN ESCENA, GUIÓN Y DIRECCIÓN GENERAL: Dr. José Pellucchi. MÚSICA: Carlos Gianni. LETRAS DE CANCIONES: Dra. Violeta Perez Bromberg. COREOGRAFÍA: Agustina Galinsky, Maia Segal, Rubén Segal. ASISTENTE DE DIRECCIÓN: Paula Moreno. ASISTENTE DE TEXTO: Érica Clamades. REALIZACIÓN DE VESTUARIO: Alejandra Tealdi, Julieta Peroggi. REALIZACIÓN DE ESCENOGRAFÍA Y OBJETOS: Payamédicos. DISEÑO GRÁFICO: Héctor Rodil, Olivia Schroeder Mac Leay. PRENSA Y COMUNICACIÓN: Fabio Abalsamo.


Teatro LA COMEDIA | Rodríguez Peña 1062 | tel: 4815-5665 | info@lacomedia.com.ar